En el año 2011 se instauraba una fecha que a priori pudiera parecer curiosa, el día mundial de las copias de seguridad. Y, sin embargo, esta celebración no viene a recordarnos sino la importancia creciente de la protección de nuestros datos, una importancia que va en paralelo relacionada con el enorme volumen de datos que confiamos a nuestros dispositivos y sistemas informáticos.
Probablemente nos sorprendería descubrir la enorme cantidad de pérdidas y fugas de datos existente en el día a día tanto de la empresa como a nivel particular, afortunadamente y en estos casos extremos de pérdidas la posibilidad de recuperación de datos perdidos es una realidad que, probablemente, sorprendería por su eficacia cu and o se deja en manos de profesionales. Sin embargo, como usuarios e independientemente del entorno en el que nos manejemos, hay cosas que podemos hacer previamente para proteger un poco más nuestros datos.
Evidentemente la copia de seguridad es una de esas cosas a nuestro alcance que, por sistema, debiera incorporarse en nuestras rutinas casi diarias. Si te manejas profesionalmente con tus dispositivos piensa, sólo por un instante, en la posibilidad de perder todo lo que ahora mismo tienes almacenado en ellos…¿aterrador verdad? en el plano profesional y a medida que van avanz and o los niveles de necesidad de seguridad y volumen de información, todavía se multiplica más el efecto de estas pérdidas.
No pensemos que este es un panorama que sólo afecta a unos pocos, nadie está libre en un momento u otro de poder perder datos, más teniendo en cuenta que las posibilidades para que esto ocurra no son precisamente pocas, y no pasan exclusivamente por cuestiones técnicas, aquí pueden entrar como otros elementos más allá de los puramente relacionados con el hardware o el software. Por ello, como usuarios, insistimos, la copia de seguridad es un elemento clave.
¿Qué tipo de copias de seguridad para proteger nuestros datos?
Este es desde luego un debate interesante. Lo más inteligente es ajustarse a nuestra necesidad real, con lo cual, por ejemplo, si nuestro nivel de datos es bajo, no excesivamente relevante y su pérdida suponen más una molestia que un drama, probablemente con una copia de seguridad en un dispositivo o llave USB pueda ser más que suficiente para garantizar la recuperación de nuestros datos. También es posible el uso de DVD como fuente de almacenamiento en este caso, ahora bien, debemos tener en cuenta que las ventajas que presentan ambos formatos, por ejemplo rapidez, hay que oponer el hecho de ser formatos de almacenamiento que fácilmente pueden o bien extraviarse, o sufrir efectos negativos por el uso o el paso del tiempo además de poseer un espacio limitado de almacenamiento.
Aument and o ya sensiblemente el nivel de protección podríamos optar por los discos duros externos, y d and o una vuelta de tuerca a un mayor utiliz and o los modelos SSD más rápidos y en principio más seguros. En este caso el mayor contra de esta opción puede residir en la posible fragilidad de los dispositivos.
A partir de aquí nos encontramos ya con elementos mucho más complejos y desde luego con mayores niveles de seguridad, por ejemplo el uso de las Unidades de Cinta, elementos tradicionalmente asociados a la conservación de datos y que garantizan alto nivel de seguridad a cambio de un coste elevado y una velocidad de almacenamiento de datos lenta. Y por supuesto la opción al alza en forma de almacenamiento en la nube, que, de manera creciente va ocup and o un espacio muy importante dentro de la configuración de copias de seguridad con altos niveles de protección. En este caso generalmente a partir de un coste mensual, vamos a poseer un elevado nivel de seguridad sobre nuestros datos a partir de la gestión de copias en la nube con mucha protección.
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