Si pensamos en cámaras espía lo primero que se nos viene a la mente son las películas de James Bond, todos esos artilugios increíbles que tenía a su disposición para hacer su trabajo y que todos nosotros soñábamos con poder tener, hoy en día ha avanzado tan rápido la tecnología que aquellos aparatos de entonces se han quedado obsoletos, y es que la evolución de las camara espias ha sido sorprendente.
A continuación vamos a dar un pequeño repaso empez and o por las primeras cámaras espía de la que se tiene información, pas and o por algunas de las más curiosas que ha habido en el tiempo, para terminar en las que nos podemos encontrar en la actualidad.
Las primeras cámaras espía de las que se tiene constancia estaban ocultas en un reloj de bolsillo, fue patentada en 1886 por J. Lancaster & Son, de Birmingham que posteriormente la comercializo, algo increíble si contamos en la fecha en la que la fabricó, pero hay que decir que era bastante difícil de utilizar ya que había que montar tanto el objetivo como la película, lo que era bastante complejo. En la actualidad sólo se tiene constancia que queden cuatro ejemplares en todo el mundo y la última que fue vendida en una subasta alcanzó los 36.000 dólares.
Siempre pensamos que las cámaras espía tienen que estar insertadas en dispositivos muy pequeños como un reloj, unas gafas o un botón entre otra multitud de ellos, y sí, claro que las hay y hablaremos luego de ellas pero no siempre es así, como vamos a poder ver a continuación.
En los años 60 durante la Guerra Fría el espionaje estaba la orden del día, por aquellos entonces la empresa Xerox comenzaba a comercializar sus primeras fotocopiadoras, y la embajada soviética que estaba en Washington adquirió alguna de ellas. Al enterarse de esto la CIA se puso en contacto con Xerox y estos colaboraron con ellos inmediatamente, instalaron pequeñas cámaras espía dentro de las fotocopiadoras, las cuales sacaban fotografías a todos los documentos que se imprimían. Éstas fotocopiadoras necesitaban un mantenimiento semanal por lo que entrenaron a ingenieros para que cada vez que iban a la embajada a revisar las máquinas aprovecharán para retirar los microfilms con las fotos hechas y sustituirlos por otros nuevos.
Otra de las cámaras espía muy utilizadas durante la época de la guerra fría por la KGB fue la del botón de la camisa, pero no penséis que son como las de ahora, que el botón es todo el dispositivo, era bastante más complejo ya que el botón era sólo el objetivo, luego aparte había una serie de elementos de mayor tamaño que se escondían en el bolsillo de la chaqueta, y el disparador para tomar la fotografía lo tenían que activar con la mano.
No podemos pasar por alto en este viaje al pasado, hacer un recuerdo también a otros de los objetos más comunes a los que les insertaron una cámara espía, como por ejemplo la cajetilla de cigarros, el encendedor, el bolígrafo o el reloj de pulsera entre otros muchos tantos, y es que la CIA llego a incorporar cámaras espía a palomas mensajeras para que grabaran todo lo que ocurría en la zona donde las m and aban sin levantar sospecha y así cu and o estas volvían, los agentes podían ver la grabación.
Hoy en día la cantidad de estos dispositivos que podemos encontrar es impensable, ya que gracias a lo que ha avanzado la tecnología, las cámaras espía pueden ser tan pequeñas que se pueden integrar prácticamente en cualquier lugar insospechado, pueden tener sensores de movimiento para hacer las fotos automáticamente o también se pueden activar a distancia a través de Wi-Fi, incluso las hay que pueden m and arnos la foto directamente a nuestro Smartphone o subirlas a la nube.
Os estaréis pregunt and o donde se pueden comprar cámara espía y cuál es su precio, pues bueno, hay una gran variedad donde escoger, podemos buscar tiendas especializadas en nuestra ciudad u otra opción es a través de tiendas en Internet, existen un buen número de ellas.
Si hablamos de precios su abanico se abre mucho, ya que podemos encontrar cámaras espía en un bolígrafo desde los 20 y pocos euros, hasta cámaras escondidas en un libro alrededor de los 800 €, o incluso las podemos llegar a encontrar mucho más caras… El precio de estos objetos con cámaras espía dependen en gran medida de varios factores, como la calidad de la imagen, que sea resistente al agua, los grados de angulación, la posibilidad de activar la distancia o enviarnos la fotografía directamente etc…
Si tenemos la necesidad de hacernos con cámaras espía o simplemente queremos tener una, lo más recomendable es buscar la que mejor se adapte a nuestra necesidad (no siempre lo más caro es lo que mejor nos va a servir).
Así que ya sabéis que si tenéis un tema “top secret” entre manos, and ar con mil ojos porque os pueden estar vigil and o con una cámara espía a través de cualquier dispositivo y no daros cuenta, eso sí, sin entrar tampoco en la paranoia.
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